Las soletas son unas galletas hechas de una esponja de pan muy sencillas de elaborar. Sirven para acompañar nieve, un café, para forrar pasteles y por supuesto para elaborar postres como el Tiramisú. Con una duya se forman las galletas. Si no tienes duya puedes usar una bolsa de plástico y le cortas una esquina para darle la forma. Pero en el peor de los casos puedes hornear una “plancha” de masa en el fondo de un molde y después cortarlas. No es lo tradicional pero funciona. Recién hechas son suaves y esponjadas pero se pueden dejar varios días y aún que se sequen un poco quedan muy buenas también. Yo recuerdo que hace muchos años vendían en las pastelerías estas galletas pegadas a su papel estraza donde se habían horneado, te acuerdas? Creo que también se le conoce como leguas de gato.
NOTA: Se puede usar una bolsa de plástico en lugar de la manga y duya cortando de una esquina para sacar la masa.
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